LA HISTORIA DEL DEPORTE
GOLEADORES DE LOS MUNDIALES V2
ADEMIR
Ademir nació el 8 de noviembre
del año 1922, era un reducto de pescadores, pequeños oficios, ambulantes y
desgracias económicas. Rostro espigado, mandíbula prominente (se ganó el apodo
de Queixada), el cabello con raya en medio y famoso en los partidos en descampados
de la orilla del mar, Ademir no se ganaba la vida como pescador de peces, sino
de goles, que le permitió alcanzar innumerables trofeos en el Vasco Da Gama y
dejar marca tanto en el Sport Recife como en Fluminense (siempre le marcaba gol
a Flamengo, su más acérrimo rival).
Una prolífica carrera de 18 años en los que
alcanzó una Copa América en 1949 y ser
goleador del mundial Brasil 1950 con 9 tantos, sin embargo, el destino no fue a
favor del seleccionado brasilero, que tuvo que sufrir la humillación del “Maracanazo” donde solo el empate le
bastaba para quedar campeón del mundo.
Tras dejar el fútbol, fue cronista
deportivo de Rádio Mauá y autor de crónicas sobre fútbol en el periódico
"O Dia". En 1967, fue el técnico del Vasco Da Gama, sin éxito. Murió
de cáncer el 11 de Mayo de 1996.
SANDOR KOCSIS
Nacido en Budapest, Hungría, el 21 de
septiembre de 1929, poderosísimo rematador de cabeza, está considerado como el
número uno de esta suerte en la historia, lo que le valió el calificativo de
‘Cabeza de Oro’, además, destacaba por ser un experto en marcar ‘hat-tricks;
delantero letal como pocos ha habido.
En 1948, con 19 años, debutó en el Ferencvaros
ganando el Campeonato Húngaro. Y tan solo un año más tarde formo parte de los
magiares mágicos de la fantástica selección húngara de la primera mitad de la
década de los 50, que compartía con Ferenc Puskás, Zoltán Czibor y
József Bozsik. 11 Goles le convirtieron en el máximo goleador del Mundial
de Suiza de 1954, en el que los húngaros eran los claros favoritos, aunque
perdieron la final, de forma sorprendente, ante Alemania (2-3), en el partido
que todos llaman el milagro de Berna, a la que habían goleado (8-3, con 4 goles
de Kocsis) en el grupo clasificatorio de octavos de final. Sin embargo, logro
una medalla olímpica en Helsinki 1952. Durante su carrera en la selección
alcanzo 75 tantos en 68 partidos con la selección, incluyendo siete hat-tricks,
récord que sólo ha podido igualar Pelé, el mejor jugador de todos los tiempos.
Hizo parte del grandioso FC Barcelona de los
años 1960, al que llegó con 29 años, y donde ejerció su maestría futbolística
hasta 1966, disputando 194 partidos, marcando 140 goles y formando unas de las
mejores delanteras de la historia del fútbol mundial con Ladislao Kubala, Luis
Suárez (el español Balón de Oro), Mario Evaristo, Sandor Kocsis y Zoltan Czibor.
Ganaría dos Ligas, dos Copas del Generalísimo (hoy en dia Copa del Rey) y dos
Copas de Ferias, además de llegar con el club a su primera final de Copa de
Europa en 1961, perdida contra el Benfica en la de Berna (coincidencia que en
Berna no pudo destacar ni lograr ganar un título con el equipo que defendía).
Fue diagnosticado con cáncer pocos años después
de su retiro y murió a la edad de 50 años víctima de una caída desde el cuarto
piso de su apartamente en la ciudad de Barcelona, donde residía desde su
retiro. En 2012, sus restos fueron trasladados a Budapest, su ciudad
natal, donde reposan en la Basílica en la que también está enterrado Ferenc
Puskás.
JUST FONTAINE
El apodado como “Señor
Dinamita” nació en Marrakech, Marruecos, el 18 de agosto de 1933, hijo de padre
francés y madre española, los deseos de su padre iban muy lejos de la profesión
de futbolista que él deseaba, iniciándose en el Casablanca de Marruecos, donde
jugó de 1950 a 1953. Luego pasó al Niza en 1953, donde anotó 44 goles en 3
temporadas con el club. En 1956 pasó al Stade de Reims para reemplazar a
Raymond Kopa. Allí, Fontaine hizo 121 goles en 6 temporadas. En total, Fontaine
anotó 165 goles en 200 partidos en la Ligue 1, y obtuvo dos veces el campeonato
en 1958 y 1960.
Su nombre quedaría grabado en
el mundial de 1958, disputado en Suecia, allí logró la increíble cifra de 13
goles en el torneo veraniego de selecciones: Tres veces frente a Paraguay, 2
contra Yugoslavia, 1 a Escocia, 2 goles a Irlanda y finalmente 4 a Alemania por
el tercer puesto (en la semifinal perdieron ante la Brasil del Joven Pelé y fue
culpable de uno de los goles de la Canarinha).
Posteriormente, tuvo problemas
con su espinilla izquierda, que lo margino mucho tiempo de las canchas, y
alcanzo la final de la Liga de Campeones con el Stade Reims en 1959 que disputo
con el Real Madrid.
Después de finalizar su
carrera activa, Fontaine fue Presidente de la Asociación Francesa de
Futbolistas Profesionales, durante corto tiempo entrenador del Toulouse y
responsable de la selección nacional, pero se dedicó ante todo a su negocio de
artículos de deporte ubicado en la ciudad de Toulouse. En febrero de 2005 la
Asociación Francesa de Fútbol (FFF) le concedió a Just Fontaine una medalla de
honor después de haber sido elegido el mejor jugador de Francia de los últimos
50 años dentro del marco de las celebraciones del aniversario de la UEFA. Se
encuentra vivo hasta el día de hoy.
El deporte se hace grande por las memorias.
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