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Mostrando entradas de agosto, 2005

SONY BASTA, LOS “PCEROS” NO SON NI SERAN PENDEJOS

Mi primera consola de videojuegos fue la Sony Play Station, mis papas fueron un sábado a lo que se conoce como San Andresito, unos locales de tecnología que se encuentran en el centro de mi ciudad, y me compraron la versión Slim: pequeña, compacta y muy bonita. Desde ahí, mi gusto hacia Sony quedó en mi memoria, esta consola resulto ser muy duradera, nunca se me daño y solo los brazos del crimen lograron arrebatarla de mis mano (me la robaron en una unidad residencial que yo vivía). Posteriormente, tuve una experiencia negativa con Microsoft con la consola Xbox 360 (las luces rojas no me dejaron experimentarla correctamente, pero era muy buena consola ), lo cual me hizo decantarme nuevamente por la marca Sony, comprando la PSP y actualmente tengo la PSP y laa PS3, que han resultado en buenas compras para mí. Hoy en día, analizando todas las opciones que hay en el  mercado, considere que era hora de pasarme a la Pc Master Race, una de las razones para hacerlo es por  la plataforma

¡ALERTA! EL FÚTBOL BRASILEÑO Y ARGENTINO ESTÁN EN CRISIS

La eliminación de la selección olímpica de Argentina y la dudosa calidad de la participación del seleccionado brasileño, nos muestra un escenario bastante desolador y muy contrario a lo que sucede a nivel de clubes donde hay dominio casi arrollador en los últimos años. A primera vista, por el lado argentino, no se percibe esta situación gracias a sus 3 subcampeonatos, pero a pocos se les olvida que el alcance de estas gestas es gracias a Lionel Messi así sus detractores se ensañan en atacarlo, sin él su selección no pasa de ser una selección de nombres relevantes pero que se acobardan ante los retos y son elevados a altísimos niveles gracias a los grandiosos medios argentinos como: Gonzalo Higuana, Sergio Agüero, Ángel Di María, Marcos Rojo, Nicolás Otamendi entre otros. Solo el nombre de Paulo Dybala se vislumbra como la salvación de una selección bastante mediocre, donde las jóvenes “estrellas” se estrellan cada vez más rápido. Y qué decir de Brasil, que después de la desped