LA HISTORIA DEL DEPORTE


GOLEADORES DE LOS MUNDIALES


GUILLERMO STÁBILE

Un delantero brillante, no muy alto (medía 1,68), delgado, de apariencia frágil y bastante veloz para su época; y un entrenador ganador. Guillermo Stábile nació el 17 de enero de 1905  en Parque Patricios, un barrio de Buenos Aires, y por haber nacido ahí terminó jugando en Huracán, entre 1920 y 1930 y marcando 102 goles en 119 partidos, con un promedio de casi un gol por encuentro. En Argentina, antes de Huracán había jugado en el Sportivo Metán entre 1915 y 1920. En aquella época en que el fútbol en Argentina todavía era amateur y no había llegado el profesionalismo.

En la Copa del Mundo de 1930, en Uruguay, Stábile arrancó siendo suplente y no jugó ni un minuto en el debut en Montevideo contra Francia. Recién cuando le costó jugar a Roberto Cherro, otro de los grandes goleadores del fútbol argentino, crack de Boca, se ganó su lugar y terminó siendo avasallador: fue el goleador del Mundial con 8 tantos (Hizo una tripleta (México), dos dobletes (Chile y Estados Unidos) y un gol solitario (Uruguay), en una final que terminó 4-2 para Uruguay (que eran demasiado poderosos en esa época). Nunca más volvió a jugar con Argentina, por lo que su media goleadora con la albiceleste es de 2 goles por partido.

Jugó en el Genoa de Italia entre 1930 y 1935, en el Nápoli durante una temporada y finalmente en el Red Star Saint-Quen de Francia entre 1936 y 1939, equipo en el que fue entrenador al mismo tiempo que futbolista durante los últimos dos años.

Como director técnico se desempeñó sólo en clubes argentinos: estuvo en Huracán desde 1939 hasta 1943, en San Lorenzo en 1940, en Estudiantes de La Plata entre 1941 y 1942, en Ferrocarril Oeste en 1944, en Racing entre 1945 y 1951, donde consiguió ser tricampeón, ganando la liga en 1949, 1950 y 1951..

Stábile no salió campeón del mundo como jugador, pero como entrenador logró lo que pocos: ganó siete veces la Copa América. En 1941, 1945, 1946, 1947, 1955, 1957 y 1959. Se trata del entrenador con más partidos dirigidos en la historia del torneo, con 44 encuentros al frente del equipo.

Stábile falleció en 1966, a los 61 años de edad. En esa época era el director de la escuela nacional argentina de entrenadores.


OLDRICH NEJEDLÝ 

Oldrich Nejedlý nació el 25 de Diciembre de 1909 en Zebrak, República Checa; tuvo que  enfrentarse a un duro golpe pocos años después de nacer cuando su padre fue asesinado durante la Primera Guerra Mundial. Junto a sus cuatro hermanos sobrevivió como pudo gracias a su ilusión por dedicarse al fútbol.

Disponía de un enorme olfato goleador, un extraordinario oportunismo dentro del área y una precisión casi matemática al momento de ejecutar un disparo, no necesitaba que sus compañeros le abrieran los huecos como lo hacía Stabile, era demasiado habilidoso, creaba sus espacios necesarios con un excelente control de balón.

Sus goles llegaban casi siempre anticipándose al contrario pero no era un simple oportunista que pretendía aprovecharse del trabajo del resto de compañeros, sino que se esforzaba por fabricarse sus propios tantos. Además de la técnica que se le suponía a un interior de su época, era capaz de sentar al adversario con sus regates.

En aquel mundial de 1934 (goleador con 5 tantos) sus goles llevaron a Checoslovaquia a la final y el fracaso de su selección en 1938 se fraguó cuando los brasileños lo anularon y tuvo que retirarse lesionado cuando ya le había hecho un gol a Brasil. Por antonomasia es el goleador de la historia del fútbol checo y junto con Planicka, se le tenía por el mejor jugador checoslovaco de antes de la guerra. Consiguió 136 goles en la Liga y en la temporada inmediatamente anterior al estallido de la guerra, la de 1938-39, fue el máximo anotador con 21 goles. Internacional desde 1931 hasta 1938, disputó en total 421 partidos y marcó 391 goles, una de las marcas más sensacionales de todos los tiempos. Gozaba de tal prestigio que en 1947, a la edad de 38 años, fue llamado para formar parte de la selección europea hasta que una fractura en la pierna lo apartó definitivamente del fútbol.

Una vez retirado no quiso abandonar al equipo que tantos éxitos le había proporcionado. Aunque ya se había trasladado a vivir a la ciudad que le vio nacer, viajaba a Praga cada vez que podía para rememorar viejos tiempos viendo a su club jugar. Oldrich Nejedlý tuvo en vida tal pasión por el fútbol que la trasladó también a su muerte ya que falleció a los 80 años de edad mientras se celebraba el Mundial de Italia en 1990.


LEONIDAS

Nació en Río de Janeiro el 6 de septiembre de 1913. Comenzó a sobresalir rápidamente por su plasticidad, que a la larga le llevaría a ganarse el nombre de “hombre goma”, y a los 16 años ya era jugador profesional por el Sao Cristóvao.

Antecesor de Pelé y precursor del Jogo Bonito, la participación del Mundial de 1938 fue la primera gran expresión de ese término que hoy se repite naturalmente por los rincones del mundo, Leonidas da Silva fue el mejor jugador de Francia 1938, al marcar 7 goles en la competencia mundial. Un fútbol desinhibido, pícaro, de gambetas a los rigores, de astucia, nacido entre carencias. Leónidas consiguió eso: abrazar a ambos conceptos y representarlos en el campo de juego del mejor de los modos.

Su último partido oficial lo jugó en 1950. Las rodillas le dolían como sólo duelen en las pesadillas. En su carrera había convertido 537 goles en 593 partidos. Cifras de muy pocos, de casi nadie. Ya retirado, fue entrenador, probó suerte en el cine, se hizo comentarista de fútbol. El alzheimer lo obligó a otro retiro. Falleció en el verano paulista de 2004, a los 90 años. En su memoria apenas quedaban retazos de sus maravillas.


BIBLIOGRAFÍA



Próxima entrega: Mundiales de 1950 a 1958


El deporte se hace grande por las memorias.

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