JPINIÓN: Reflexiones del proceso democrático del 2 de Octubre

2 de Octubre de 2016, 4 de la tarde, la hora marcaba la finalización del proceso electoral tan esperado, como siempre, me reía de todas aquellas personas que tuvieron desde las 7 de la mañana para votar y esperaban a última hora para votar (seguro tuvieron todo el tiempo del mundo para ver el Roma - Inter o hacer un banal ocio o algún asunto quizá no tan importante como el futuro de su país) y, como habíamos dialogado dentro de nuestra familia, los resultados llegarían de manera frecuente, lo cual ocurrió. No les miento, confíe que la votación del SÍ sería arrolladora, pero vi desde el comienzo un comportamiento extraño, la opción que aprobaba los acuerdos no superaba por gran cantidad de votos a su contraparte. y con el pasar del tiempo, esa diferencia se achicaba como si de una bala se acercara a su víctima, hasta que llegó el informe de las 4:40 pm, el No sobrepasaba a su contendor, los encuestadores comentaban que faltaba el voto rural y que conseguirían el triunfo en poco tiempo, sin embargo ese tiempo no llego: El No triunfó.

Dentro de mí, muchos sentimientos afloraron: Incredulidad frente al resultado, impotencia frente a todo el dinero mal gastado en comitivas y propaganda que pudieron usarse en otras prioridades y sobre todo frustración porque el proceso democrático había generado una polarización digna de nuestras épocas pasadas. No pude evitar relacionar este evento con el partido Barcelona-Real Madrid de la pasada temporada: Barcelona llevaba un récord de victorias considerable, era el momento propicio de homenajear al insigne Johan Cruijff, llevaban 11 puntos de ventaja sobre su máximo rival que además estrenaba técnico en el partido más caliente del fútbol mundial y se encontraba seriamente diezmado con muchos lesionados; el resultado fue de escándalo: 1-2 a favor del Real Madrid y una crisis que no permitió lograr un nuevo triplete e inclusive casi deja sin títulos al conjunto blaugrana.

Posteriormente, realizando reflexiones al respecto, pude evidenciar las siguientes causas: La prepotencia y petulancia de algunos miembros del Sí y su constante a ataque a su contraparte y a los abstencionistas, la estrategia escondida (y recientemente conocida como manipuladora) de los del No que soportaron los embates y lograron su cometido, que ahora está bajo libre interpretación y calificación; el terrible desinterés de algunas personas por leer los acuerdos y por el proceso en general (63% de abstención no es positivo para un proceso que cambiaría todo el panorama político social y económico de Colombia) y sobre todo, el exceso de confianza o denominado triunfalismo de ciertas personas, lo cual propio de nuestra cultura.

Pasando de todo esto, solo puedo argumentar que hay que, por lo menos, oír a los contradictores del proceso, quizá aún se tengan ideas que no se contemplaron al momento de la negociación e inclusive mejorar los acuerdos ya negociados, convencer a los abstencionistas que esto les afecta a ellos y que no viven en una especie de “País en el aire”, no fomentar aún más la polarización que generó el plebiscito ni mucho menos incentivar el odio y la muerte a quienes tienen ideas distintas a las nuestras y a nuestro propio país, tampoco hacer el proceso solo por los intereses externos y, bajo ninguna circunstancia, perder el tiempo, porque ese recurso es algo invaluable e irrecuperable. Animo país, adelante.